de un hombre que escribía sin Zentido....

Cuando la mente corre mas rápido que la pluma....
No existe quien la detenga,
no existe quien la apague,
quien la mate.

No hay sueño que no cabalgue alegre por mis manos...
Las ideas nadan despavoridas por el mar de los recuerdos...
El enfrentamiento ha comenzado, y sin ningún animo de salir librado
no piensa en la derrota, solo en la grandeza...

Los sentidos ya agudos, florecen en el jardín de una frente
que se deshace a chorros....
La simpleza ha tocado la puerta, y entra.
Aventurada a toparse lo que no existe aun...

Una lagrima que se escapa, deja un lazo irrompible...
Seria inevitable no ver su rostro...
¡Los espejos del alma, están empañados!
¿y que importa?
Si he aprendido a ver con el corazón...
A escuchar con mis manos...
A sentir con los pies...
A amar con la cabeza...

No me imagino sentado, con los pies guindando...
Los necesito en la tierra, la misma que me vio nacer..

Imploro honestidad, y a la vez frialdad
Quiero llegar lejos, no lo niego....
Pero no me precisa, tengo la absoluta paciencia del mundo...
Me visualizo comiendo su dulce fruto, y aunque no me duele compartirlo
Siento una mala pasada, y me veo ahi...
Destrozado, solo, con el viento, con tu mirada...

Como un espejo en mil pedazos cayendo al vació,
sin una sola gota de sentido...