La lluvia me canta, con su voz dulce al oído

si, la lluvia me canta, pero el viento

la silencia, con su amargo desasosiego.

Es como un triste lamento de

la tierra el que escucho, mas

el amor de una mujer, es nuestro futuro.

La lluvia que cae, es la que rodea mi cuerpo

la que se posa en mis mejillas, moja mis labios

con su dulces gotas que brillan, gotas que dan vida

gota a gota que cavan un agujero en el corazon 

en la piedra, en la muralla de mármol... 

La briza húmeda que se acerca y avisa sobre 

lo que se asoma en el barandal de los sueños,

la briza de la lluvia que se apresura a despeinar

el cabello en tu cara, briza con un sutil olor a agua

como cuando mi me mente se detiene a pensar en ti

mis ojos ya se llenan de agua, con lagrimas de plata.

Verte sonreír es lo que me trae encanto, como cuando

la lluvia empapa el parque del centro, y sus pájaros

en una bandada se unen en un solo canto, retornando

a casa en el refugio para una oscura nube que se ve cerca.

Abre tu paraguas, gritó mi madre, que viene la lluvia

y que iluso, yo mas me emociono, imagino los muchos

charcos que están por llenarse en los baches de la calle gris.

Yo pienso en el futuro, ese que me intriga día a día

minuto a minuto, gota a gota, futuro incierto, 

apasionante idea de lo incierto, de lo constructivo.

Cargo conmigo un sentimiento, de que la lluvia no se acabe

yo no pienso en el mañana como un día perdido, eso es

solo como si fuese un símbolo de paz, que alivia el camino.

Eres poesía, yo solo una llovizna débil, que desaparece

con el mínimo soplo. Como la lluvia, no quiero que dejes

de caer del cielo. Me temo que pronto llegara el sol y ya

detenga tu fluidez de palabra, de verbo. Y nos engañe con

un arco iris, que aunque si bien no es malo,se roba 

la atención de tu magnifica  belleza.

Grito:  lluvia, vida, agua, canción, amor y esperanza

inspiración del cielo del mas puro amor sincero y eterno.

Alabo por los cielos la lluvia, como la musa eterna,

una palabra infinita que no encuentro en el diccionario

del pensamiento, como si aun no tuviera un significado.

Lluvia del cielo, nunca pares tu descenso...